sábado, 25 de agosto de 2012

Carta Uno.

AtodoS:

Hemos cumplido un mes de arduo trabajo, trabajo hecho a pulso que como bien decía el libro aquel: "con el sudor de tu frente.." Un mes y todavía hay mucho por hacer. Son 4000mt2 de terreno con árboles frutales: chirimoyos, paltos, nogales, higueras, parrones, nísperos, lúcumas, almendros.... y mucho, mucho palque y otras malesas, las cuales buscan ser limpiadas y arrazadas por el azadón.
Nuestro rancho esta siendo erguido poco a poco tras muchos años de abandono total. Se han robado, puertas, ventanas, planchas de zinc, y en fin todo lo posible, e inimaginablemente robable. Estamos en Chile, y en valparaiso, esa es la realidad. Pero poco a poco estamos haciendo del rancho un lugar habitable, con sus respectivos servicios básicos. El tiempo transcurre y no hay nada que lo detenga. Es una consigna que debiesemos de pensar a la hora de descorchar la falacia de los sueños de año nuevo. 
La tierra avanza por doquier. En su rezagado imperio, el olvido se sumerge en la inmensidad de lo que habita bajo tierra: la de la naturaleza ciega mas no menos completa: gusanos, pulgas, arañas, chanchitos de tierra, tijeretas, baratas, y un tropel de nuevos seres que no poseen lugar dentro de en mi abecedario. Estos, y aquellos nos deborarán sin prisa, no hay pues que temer, pues nuestro paso -afortunadamente- por este lar es pasajero y exiguo. 
Esta tierra que avanza por doquier, domina y dominara por siempre, aun cuando nuestro frenesí, que es la cultura, se resista a ser consumada por esta poderosa dominancia subterránea. Así, el legado soñado, o la impulsividad rizomáica del querer tenerlo todo en el momento -cual epígrafe de nuestra cultura-, se desvanecerá en los anales del tiempo. 
Quizás lo más cuerdo sea perder nuestra locura generacional, y dedicarnos a observar a esta naturaleza que nada deja con -y sin- hacer. Volver al rito de la conversación, del reencuentro de visiones, de estos sueños quiméricos, que (sin volverme anacrónico) pueden ser la llave para poder dejar nuestras dictaminaciones sobre lo esto o aquello y empezar a vivir nuevas utopías.

Gracias a todos los que han trabajado en este primer mes, y de nada  a los que están por venir.

Thanks to all the people that had been working hardly this first week. I believe that the ones to come will surely be grateful for your nice and sweet sweat.


Roberto Carlos

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